27 ago 2015

El 68,8% de los andaluces considera que el copago sanitario es una medida ineficaz

Una investigación del Centro de Estudios Andaluces coordinada por Rafael Serrano del Rosal y Lourdes Biedma Velázquez (IESA) analiza las opiniones y actitudes de la población andaluza sobre los servicios sanitarios

El 68,8% de los andaluces considera que el copago sanitario no es una medida eficaz y más de la mitad de la población andaluza cree que el establecimiento de un sistema de copago sanitario no solo es innecesario sino que además es injusto (52,6%). Asimismo, el 57,6% cree que el establecimiento de este sistema perjudicará sobre todo a jubilados y enfermos crónicos; el 56,5% que el copago generará desigualdad social al gravar en el enfermo y no en el ciudadano parte del coste sanitario y un 53,6% considera que hará que las personas con menos ingresos utilicen menos los servicios sanitarios.

Estas son algunas de las conclusiones de la investigación ‘¿Es el copago la solución? Opiniones y actitudes de los andaluces ante el copago de los servicios sanitarios públicos', un trabajo editado por el Centro de Estudios Andaluces dentro de la colección Realidad Social que se ha presentado en el marco de un seminario sobre la materia celebrado hoy en Sevilla. Este estudio recoge las conclusiones de un proyecto de investigación homónimo financiado por el Centro de Estudios Andaluces en la convocatoria de ayudas correspondientes al año 2012.

El trabajo, coordinado por Rafael Serrano del Rosal y Lourdes Biedma Velázquez, del Instituto de Estudios Sociales de Andalucía (IESA), realiza una aproximación a cuál es la opinión y la actitud de la ciudadanía andaluza sobre una posible implantación del llamado "copago" en los Servicios Sanitarios Públicos en Andalucía (SSPA). La investigación se aborda desde un punto de vista cuantitativo para lo que se ha realizado una encuesta telefónica a 1.200 personas a los que se les pregunta, entre otras cuestiones, por la situación económica de Andalucía, por su valoración del sistema sanitario andaluz o el abuso del sistema por parte de algunas personas usuarias.

Una de las principales novedades de este estudio es que también analiza la cuestión desde un punto de vista cualitativo ya que recoge los resultados de las entrevistas a cuatro expertos con un contrastado conocimiento del tema del ámbito de la economía de la salud y de la política y gestión sanitaria y, utilizando fuentes nacionales, como principal novedad, ofrece una comparativa con otros países. 

El copago sanitario

En este capítulo se recoge el objetivo principal de la investigación abordando cuestiones como qué se entiende por el copago, cuáles son sus objetivos, la tipología, las ventajas e inconvenientes del mismo así como los sistemas de copago en Europa (copago de atención primaria, atención especializada, atención farmacéutica, asistencia dental).

El informe refleja que respecto al copago sanitario los andaluces se muestran menos receptivos que el resto de españoles. Así, seis de cada diez andaluces entrevistados creen que el copago no es una medida eficaz (68,8% en Andalucía y 68,3% en España); el 35,9% piensa que es una medida necesaria dadas las circunstancias (48% en España); el 30,7% de los andaluces cree que es una medida justa (45,2% en España) y el 18,3% que es aceptada (18,8% en España).

En esta misma línea, el 70,6% de los andaluces considera que el copago hará que se utilicen los servicios públicos solo cuando sean necesarios; el 40,9% cree que se reducirán las listas de espera, el 54,9% considera que las personas que en un hospital quieran tener una habitación individual deberían pagar por ella; el 92,2% está en contra de que la comida deba pagarse en los hospitales y el 20,7% cree que el copago debería establecerse solo para los no andaluces. Además, un 58,7% de las personas encuestadas no está de acuerdo con        la afirmación de que el pago de un euro por acudir a la consulta del médico no afecta a la economía de ningún ciudadano.

Respecto al motivo principal por el que es necesario establecer copago según los entrevistados, el abuso sería el principal con un 32,9%, seguido de la sostenibilidad del sistema sanitario (21,4%), el abuso y el fraude en el consumo de medicamentos (10,8%); la situación económica actual (9,9%); la mejora del servicio ((7,8%), el derroche actual (2,7%) u otras causas.

En el apartado de servicios prescindibles, un 30% de los andaluces estaría de acuerdo con dejar de financiar ciertas prestaciones sanitarias utilizadas por pocas personas para ahorrar en sanidad. Entre los servicios prescindibles para los andaluces están las operaciones de cambio de sexo (16,6%); las operaciones de estética (6,8%), ciertos medicamentos (4,5%), servicios de enfermería (2,3%) y otros con un 2%.

Sobre el copago de medicamentos, el trabajo señala que en España el gasto farmacéutico por habitante es superior a la media de los países de la OCDE y que en el caso concreto de Andalucía, presenta un porcentaje ligeramente inferior a la media (mayor gasto en la Comunidad Valenciana y menor en Ceuta y Melilla, Madrid y Baleares).

La valoración ciudadana en este sentido es muy dispar. Un 78% de los andaluces conoce o ha  oído hablar de la reforma realizada en el copago de medicamentos realizada entre septiembre y octubre de 2012, porcentaje que baja al 69% entre los jubilados o pensionistas, uno de los colectivos más afectados por la medida. De esta forma, a un 34,5% de las personas entrevistadas le parece negativo o muy negativo este nuevo sistema mientras que para un 39,7% es positivo y muy positivo, considerando el 22% que no es ni positivo ni negativo.

Desde el punto de vista de los expertos, el informe destaca que las distintas nomenclaturas que se utilizan para referirse a este sistema tiene "escasa importancia y es más bien un asunto más político que económico". En lo que se refiere a los objetivos del mismo, sólo uno de los expertos considera que tiene un afán recaudatorio mientras que los otros tres consultados para realizar la investigación creen que de forma teórica no es esta su finalidad. Las cuestiones que se plantean en este sentido son el problema del copago y la equidad (límites y topes para las personas con rentas más bajas y el fraude que existe con las personas que se benefician de estas exenciones), los costes de implantación del copago sanitario y los intereses privados en el establecimiento del copago sanitario.

Situación económica

En el primero de los apartados abordados en este trabajo de investigación se encuentra el análisis de la situación económica en Andalucía. Entre los resultados más destacados se encuentran que el 35,5% de los andaluces mencionan a la sanidad como el primer ámbito en el que se debe priorizar la inversión pública, seguida del desempleo (22,3%) y la educación (19,8%).

En lo que respecta al gasto público, las prioridades de la población andaluza son la educación con un 27,8% y la sanidad con un 27,3% como las dos cuestiones que hay que priorizar. De esta forma, el 69,2% de los encuestados ha seleccionado la sanidad ya sea como primera o segunda opción entre sus prioridades. Estos intereses particulares tienen relación con la edad, ya que la población de mayor edad considera más importante destinarlo a las pensiones (26,8%); los jóvenes priorizan el gasto público en desempleo (33,1%) y los grupos intermedios, de 30 a 65 años, priman la sanidad (43,4%-39,7%).

Respecto al porcentaje de gasto público en relación al PIB el informe concluye que en Andalucía es superior al que destina España y la Unión Europea. Los europeos destinan en torno al 6-7% de su riqueza a gasto sanitario, en España entre el 5 y 6% y en Andalucía se sitúa dos puntos por encima del gasto en  España y un punto o punto y medio por encima del de la UE.

En este sentido, el trabajo recoge que algunos expertos consideran que  según los datos macroeconómicos "existe margen para dedicar más dinero al sistema sanitario en nuestro país". Por el contrario, otros investigadores creen que "no solo no existe margen sino que sería necesario disminuir los recursos e introducir copagos". Respecto a la valoración ciudadana, ocho de cada diez andaluces cree que el Sistema Sanitario Público en Andalucía tiene problemas económicos para poder seguir prestando los mismos servicios que hasta ahora: el 64,9% piensa que son problemas graves y el 20,8% muy graves. La visión de futuro en el caso de las mujeres es menos negativa que la de los hombres ya que un 56% de las andaluzas considera que estos problemas aumentarán frente al 62% de los andaluces que piensan así.

El sistema sanitario

El segundo de los capítulos está dedicado a analizar las opiniones y el conocimiento de los andaluces sobre el sistema sanitario público. El trabajo pone de manifiesto que, en general, los andaluces gozan de buena salud: el 68% considera que su salud es buena o muy buena, el 24% que es regular y el 7,6% dice tener mala o muy mala salud. Respecto a la cobertura sanitaria, la mayoría de los residentes en Andalucía solo cuenta con sanidad pública (83,3%) mientras que sólo un 4% son los que tienen sanidad privada. El 12,4% cuentan con ambas coberturas.

En lo que se refiere al conocimiento de la ciudadanía sobre el SSPA, uno de cada tres encuestados  piensa que el Servicio Andaluz de Salud es el encargado de la asistencia sanitaria en nuestra comunidad, y el 54% no sabe o no recuerda cuál es el organismo que cumple esta función. Respecto a la financiación, el 42,5% piensa que la sanidad pública se financia mediante el pago de cuotas a la seguridad social; el 20,5% mediante cuotas e impuestos. Este dato destaca porque desde 1999 la sanidad deja de ser sufragada por las aportaciones de las cotizaciones a la seguridad social y pasa a financiarse de forma íntegra mediante impuestos generales.

La valoración de los recursos económicos que se destinan a la sanidad pública es otra de las cuestiones por las que se pregunta en la encuesta. La percepción de la población andaluza sobre este asunto es que un 65% considera que los recursos que se destinan a la sanidad son escasos y sólo el 5,2% cree que son demasiados.

Para obtener más recursos económicos para la asistencia sanitaria, un 48,9% cree que habría que aumentar ingresos y frenar gastos, el 32% frenar el gasto y un 12,9% aumentar los ingresos. La forma en que los andaluces consideran que se podría aumentar los ingresos es combatiendo el fraude fiscal (60% de los entrevistados); mejorando la gestión (39,7%) y persiguiendo el abuso (37,5%), entre otros.

Sobre el funcionamiento del Sistema Sanitario Público Andaluz, el 42% de los entrevistados señalan que la asistencia en Andalucía es mejor o mucho mejor que en otros territorios de nuestro entorno y sólo uno de cada seis ciudadanos cree que la asistencia es peor a la que proporcionan otras comunidades autónomas. En este apartado, destaca que las personas que creen que el sistema sanitario andaluz es peor en comparación con otras CCAA se posicionan más a la derecha que aquellas que consideran que es mejor, que se posicionan a la izquierda.

El diagnóstico de la situación del SSPA según los expertos es que el sistema es ineficiente en cuanto a su organización y plantean como solución a los problemas económicos de la sanidad pública la racionalización de la administración sanitaria, mejorar los sistemas gestión y racionalizar y adelgazar la burocracia administrativa.

El modelo sanitario

Otra de las cuestiones que aborda el trabajo coordinado por el investigador del IESA, Rafael Serrano, hace referencia a los elementos que definen un determinado sistema sanitario y que conforman un modelo de gestión. Más de la mitad de los encuestados (el 55,6%) consideran que el sistema debe atender a todas las personas sin excepción tal y como se estaba realizando antes de la entrada en vigor de la nueva ley. Uno de cada cinco encuestados (20,8%) cree que sólo se debería atender a los residentes legales en Andalucía, es decir, excluirían a las personas en situación irregular, y otra quinta parte de los encuestados sólo a los españoles (21,6%).

La encuesta refleja que los andaluces entrevistados que se muestran más a favor de un sistema universal son aquellos ciudadanos sin estudios, que bien conviven en pareja, están divorciados o separados o bien son viudos. Entre este grupo casi un 71% cree en la sanidad universal al igual que el grupo formado por personas con estudios universitarios que defienden esta opción en un 68,5%.

La opinión de los andaluces sobre la gestión pública sanitaria que muestra este trabajo de investigación es que el 79,6% considera que deber ser la propia Administración Pública frente al 13,4% que cree que deberían pasar a manos privadas y un 2,6% que combina ambas opciones. Al respecto de la gestión descentralizada, un 37,6% de los andaluces cree que si el Estado gestionara la sanidad no ofrecería un mejor servicio que la administración andaluza; para uno de cada tres andaluces (31%) la gestión del estado sería igual que la que realiza la Junta de Andalucía y para el 21% sería mejor que la que pudiera realizar el Estado. Uno de cada diez entrevistados no sabría realizar esa comparación hipotética (10,1%).

En este apartado, el trabajo también se detiene en los cambios en el sistema sanitario como recortes presupuestarios y asistenciales, el recorte de derechos a determinados colectivos, el turismo sanitario, la asistencia sanitaria a inmigrantes en situación irregular, españoles no cotizantes residentes en España, entre otros.

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